martes, 20 de septiembre de 2011

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¿Qué es la caridad?
San Pablo habla del amor de Dios y nos deja ver cómo es la caridad, "La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta" (1 Co 13, 4-8). Y termina, "la caridad no dejará de existir".
La caridad es la virtud teologal más importante, y es superior a cualquier otra virtud. (1 Co 13,13).
De acuerdo con el catecismo de la Iglesia católica (1822), "la caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios".
Menciona San Agustín que la culminación de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin y para conseguirlo, corremos, hacia él corremos; una vez llegados, en él reposamos (S. Agustín, ep.Jo. 10, 4).
                                                   

¿Quien fue vicente?
Nacido de Juan de Paúl y de Beltranda de Moras (a veces escrito Mora sin "s"), originarios de Tamarite de Litera. No se sabe con seguridad su lugar de nacimiento, que está discutido entre Pouy y Tamarite de Litera. Abelly dio como fecha de nacimiento el 1576, pero la biografia actual acepta la fecha de 1581, que no fue propuesta hasta 1920-1925 por Pedro Coste en París
Según la teoria de Pouy, Vicente de Paúl nació en una pequeña casa rural en las afueras de la aldea de Pouy (que, desde el siglo XIX, se llama Saint-Vincent-de-Paul en su honor), a unos cinco kilómetros de la ciudad de Dax, en el departamento de las Landas, situado al suroeste de Francia. En el lugar de su nacimiento, conocido hoy como Berceau de Saint Vincent de Paul, se levanta una modesta construcción de ladrillo y vigas de madera muy parecida a la casa en que nació Vicente en abril de 1580 ó 1581 (el año exacto no es seguro). No existe registro de su nacimiento ya que la inscripción de partidas no se inició hasta 1648.
Según la teoria de Tamarite. Los gentilicios Paúl, y Moras/Mora son frecuentes en el Alto Aragón, y los infanzones de Aragón utilizaban la partícula "de" en sus apellidos. No existe registro de su nacimiento ya que todos los registros fueron quemados en 1936 durante la Guerra Civil Española. El biógrafo oficial Luis Abelly viajó a Pouy cuatro años después de la muerte de San Vicente y no pudo encontrar ningún dato sobre los abuelos, ni siquiera sus nombres de pila, lo que induce a pensar que no era originarios de la zona, y que los habitantes de Pouy decidieron callar su origen aragonés, a fin de asignarse la gloria de ser el lugar de nacimiento. Abelly dio como fecha de nacimiento el 1576, pero la biografia actual acepta la fecha de 1581, que no fue propuesta hasta 1920-1925 por Pedro Coste en París. La primera noticia del establecimiento de los padres en Pouy es de 1581, que ser correcta la fecha de Abelly seria cinco años después del nacimiento de San Vicente.1 En Tamarite hay una calle dedicada a su nombre.
Era el tercero de seis hermanos. La modesta condición de la familia hizo que muy pronto el niño Vicente tuviera que contribuir con su trabajo de pastor de ovejas y de cerdos a la economía familiar. Pronto también dio muestras de una inteligencia despierta, lo que llevó a su padre a pensar que podía hacer una carrera eclesiástica. Cursó estudios primarios y secundarios en Dax, y posteriormente filosofía y teología en Toulouse durante siete años. Estudió también en Zaragoza. Se ordenó sacerdote muy joven, a los veinte años, con la intención de ser párroco de inmediato y así poder ayudar a su familia.
Una serie de peripecias no muy bien conocidas dio con él a los treinta años en París, donde encontró inicialmente algunas pequeñas ocupaciones sacerdotales, hasta que por recomendación de un prestigioso amigo sacerdote, Pedro de Berulle, posteriormente cardenal, entró en 1613 en la importante casa de los señores de Gondi como preceptor de los niños y posteriormente director espiritual de la señora.
Los viajes por las tierras de los Gondi llevaron a Vicente a un conocimiento de primera mano de las lastimosas condiciones de vida materiales y espirituales de la población campesina, y también del clero parroquial que les atendía con serias deficiencias. Esta experiencia y su propia evolución espiritual, cuyos perfiles exactos nos son poco conocidos, le llevaron a un decisión irrevocable de dedicar su vida sacerdotal, no a la promoción social de su familia o a la suya propia, cual había sido el caso hasta entonces, sino a la evangelización y redención de la población campesina y a la formación de sus sacerdotes.
A partir de esa decisión la vida de Vicente mantiene hasta su muerte a los ochenta años, en 1660, una línea constante de dedicación a la redención espiritual y material de los pobres.
Su visión, limitada en sus comienzos a la población campesina, se fue ensanchando progresivamente hasta incluir condenados a galeras, enfermos pobres, niños abandonados, soldados heridos, esclavos, ancianos desamparados, mendigos, refugiados de guerra o nativos paganos de Madagascar. Movilizó para ello a sacerdotes (Congregación de la Misión, Conferencias de los Martes), a hombres y mujeres de la nobleza, de la burguesía y del pueblo llano (cofradías parroquiales de caridad y Damas de la Caridad), a jóvenes campesinas (Hijas de la Caridad); a todos ellos intentó contagiar con su propia visión del Evangelio y su experiencia cristiana, basada en las palabras mismas de Jesucristo en el Evangelio de san Lucas: "El Señor me ha enviado a anunciar la Buena Noticia a los pobres, la liberación a los cautivos, la vista a los ciegos, la libertad a los oprimidos"

¿Cuales fueron sus obras?
En 1617, sintiendo la necesidad de organizar obras prácticas de caridad en Châtillon, fundó "las Caridades" (más tarde conocidas como Damas de la Caridad y ahora llamadas AIC, Asociación Internacional de Caridades). Éstas se extendieron rápidamente por toda Francia y luego por el mundo, llegando a contar hoy con más de 260.000 miembros. Durante su vida redactó los estatutos para numerosas Caridades que surgieron en toda Francia.
En 1625, fundó la Congregación de la Misión. En el momento de su muerte, la Congregación había llegado a Polonia, Italia, Argelia, Madagascar, Irlanda, Escocia, las Hébridas y las Orkneys. Ejerció como Superior General de la Congregación hasta su muerte, celebrando reuniones regulares del consejo, escribiendo sus reglas, dirigiendo las asambleas generales y resolviendo cantidad de problemas fundacionales, como conseguir la aprobación de la Congregación por la Santa Sede, decidir si se debían hacer votos, determinar cuáles debían pronunciarse y cuál debía ser su contenido.
En 1633, junto con Luisa de Marillac, fundó la Compañía de las Hijas de la Caridad. Con Luisa a su lado, actuó como Superior General, presidiendo los frecuentes consejos, redactando una regla y resolviendo la base jurídica, un tanto revolucionaria, que haría de la Compañía una fuerza apostólica poderosa en los años venideros. Durante su vida, se erigieron más de 60 casas entre Francia y Polonia. Después, la Compañía llegó a ser una de las más grandes congregaciones de la Iglesia Católica.
En el proceso de guiar a los grupos que fundó, Vicente mantuvo una enorme correspondencia, con más de 30.000 cartas, de las que solamente se conserva un diez por ciento. Dio frecuentes conferencias a la Congregación de la Misión y a las Hermanas. Únicamente se conserva un pequeño número de ellas y éstas son simplemente referencias de los copistas sobre lo que él decía. También dio conferencias a las religiosas de la Visitación, confiadas a su cuidado por Francisco de Sales en 1622. Ninguna de éstas se conserva.
De 1628 en adelante se fue comprometiendo en la reforma del clero, organizando ejercicios para ordenandos, las Conferencias de los Martes y retiros para sacerdotes. Abelly nos dice que más de 12.000 ordenandos hicieron los ejercicios en San Lázaro. En los últimos 25 años de su vida se encargó de la fundación de seminarios para el clero diocesano, obra que describió como "casi igual" y en otras ocasiones "igual" a la de las misiones. Llegó a fundar veinte.
En 1638, se encargó de la obra de los niños expósitos. Más de 300 eran abandonados anualmente en las calles de París. Según los casos, asignaba un número de Hijas de la Caridad a la obra y tuvo 13 casas para recibirlos. Cuando, en 1647, esta obra estuvo en peligro, la salvó dirigiendo una elocuente llamada a las Damas de la Caridad para que vieran a los expósitos como a sus hijos.
A partir de 1639, Vicente comenzó a organizar campañas para socorrer a los que sufrían por la guerra, las plagas y el hambre. Uno de los ayudantes de Vicente, el Hermano Mateo Regnard, hizo 53 viajes, atravesando las filas del enemigo disfrazado, llevando dinero de Vicente para auxilio de los que se encontraban en zonas de guerra.
De 1643 a 1652 sirvió en el Consejo de Conciencia, cuerpo administrativo selecto que aconsejaba al rey en lo referente a la elección de obispos. Al mismo tiempo fue amigo y a menudo, consejero, de muchos de los guías espirituales de su tiempo. En 1652, cuando la pobreza rodeaba París, Vicente, a los 72 años, organizó ingentes programas de socorro que repartían sopa dos veces al día a miles de pobres en San Lázaro y alimentaban a miles más en las casas de las Hijas de la Caridad. Organizó colectas, llegando a recoger cada semana de 5 a 6 mil libras de carne, de 2 a 3 mil huevos y provisiones de ropa y utensilios.
Tan impresionantes fueron las actividades de Vicente, que el predicador de su funeral, Henri de Maupas du Tour, declaró: "Poco le faltó para cambiar la faz de la Iglesia". Vicente se dedicó casi toda su vida a los pobres.

La caridad vicentina:
San Vicente de Paúl fundó la Congregación de la Misión en 1625,  para la evangelización de los Pobres y la formación del Clero. Hoy la Congregación ha definido su fin de la siguiente forma:"El fin de la Congregación de la Misión es seguir a Cristo evangelizador de los Pobres. San Vicente en las Reglas Comunes: "Predicar el Evangelio a los Pobres, particularmente a los del campo", ha elegido: "Evangelizar a los Pobres, sobre todo a los más abandonados"; en lugar de decir como San Vicente: "Ayudar a los eclesiásticos a adquirir las ciencias y las virtudes necesarias a su estado", ha elegido: "Ayudan en su formación a clérigos y laicos, y los llevan a una participación mas plena en la evangelización de los Pobres".
 SEMANA DE LA CARIDAD VICENTINA 31 JULIO AL 7 DE AGOSTO 2011 La caridad consiste en amar a nuestro Señor y servir a los pobres con alegría, constancia y amor. AYUDANOS A AYUDAR

Nuestras tareas forjada en la caridad vicentina:
Evangelizamos a los Pobres a través de las misiones populares. También en las parroquias, que han de estar ubicadas en zonas pobres o anexas a una casa de formación; Tenemos muchas misiones "ad Gentes" cada Provincia debe aceptar al menos una misión en un país pobre o donde la Iglesia no este todavía establecida de forma suficiente.
En la predicación de misiones populares o Ad Gentes, contamos normalmente con la colaboración de las Hijas de la Caridad y de muchos voluntarios laicos, animados del espíritu de San Vicente.
Tenemos además seminarios para la formación del Clero. Muchos de los nuestros asisten espiritualmente a las Hijas de la Caridad, dado que gozan de la misma herencia espiritual que nosotros.
Tenemos especial cuidado de las asociaciones de laicos fundadas por San Vicente o que dimanan de su espíritu. Trabajamos con la Asociación Internacional de Caridad en los diversos países, con la Sociedad de San Vicente de Paúl, la Juventud Mariana Vicenciana, la Asociación de la Medalla Milagrosa y otros grupos menos conocidos.
En algunos países, los colegios constituyen un apostolado muy necesario, al que se dedican muchos misioneros, desde el nivel primario, como en la India, hasta los estudios universitarios en Filipinas y en los Estados Unidos
¿Que es lo que hacen las hermanas?
Esta caridad organizada se encuentra dividida de la siguiente manera:
Programa de Vivienda:La Comisión de Vivienda y Arquitectura fue creada por el Acuerdo No. 5 del 25 de Agosto de 1987.
El objetivo de este programa es procurar a las familias de escasos recursos el mejoramiento de su calidad de vida, a través de una solución de vivienda digna, como bien fundamental para el desarrollo normal de la comunidad humana, proporcionándole seguridad, estabilidad y bienestar general.
El proyecto de vivienda que actualmente la Asociación Sociedad de San Vicente de Paúl de Bogotá está desarrollando, y es liderado por el Dr. León Jaime Zapata, se encuentra en el Barrio Juan José Rendón II Sector, en la Localidad de Usme. Con este proyecto se ha brindado una vivienda digna a 26 familias y se viene fortaleciendo a la comunidad a través de la creación de la Junta de Vivienda Comunitaria La Unión.
Programa Jornada Alterna :El 17 de marzo de 1995 fue fundada por la líder comunitaria Luz Marina Olarte y los socios Fernando Rodríguez Luque y Luz Stella Castro.
Ubicado en la Calle 129 Bis No 86B - 35, de la Localidad de Suba, este programa es de gran impacto, ya que responde a las problemáticas de desnutrición, violencia intrafamiliar, consumo de psicoactivos y deserción escolar que afrontan nuestros niños, niñas y adolescentes.
Tiene como finalidad brindarles un espacio adecuado para su desarrollo integral, partiendo por cubrir sus necesidades básicas como la alimentación, y por tanto se les proporciona almuerzo y refrigerio, y adicionalmente en la jornada se realizan actividades pedagógicas, recreativas y culturales, como alternativa diferente que mejora su calidad de vida.
En la parte pedagógica se orienta a los niños y niñas para que realicen sus tareas de la escuela en un ambiente afectivo; y se trabaja en la formación de valores cristianos y en componentes para la comunicación de la familia, a través de talleres tanto para los niños y niñas como para sus mamás y papás.
Actualmente 120 niños y niñas de 5 a 14 años de edad se benefician directamente del programa y la atención se presta en dos jornadas de acuerdo con el horario escolar.
Hogar Infantil Camitas Blancas :Ubicado en la Calle 41 B sur 23C - 08, en el Barrio Quiroga, Camitas Blancas es el primer jardín infantil fundado en Bogotá, el día 21 de Agosto de 1954, por dos damas voluntarias: Amalia Zea de Rueda y Carmenza Mutis de González.
En este espacio se desarrolla un trabajo pedagógico permanente que involucra a maestros, padres de familia, niños y niñas como base para su desarrollo integral y fortalecimiento de su sensibilización.
Actualmente el hogar tiene una cobertura de 215 niños y niñas de 6 meses a 5 años de edad, distribuidos en 11 grupos que son atendidos por personal especializado en la formación y el cuidado de la primera infancia
Hogar de la Tercera Edad :Desde 1991, está a disposición nuestro Hogar Gerontológico, el cual queda ubicado en la Calle 41 B sur No 23 C - 38 en el Barrio Quiroga.
Este lugar cuenta con instalaciones adecuadas, áreas de espiritualidad, zonas recreativas, zonas verdes y espacios destinados a hacer sentir valiosos y útiles a los adultos mayores que integran el Hogar.
El objetivo principal de esta obra es brindar protección y atención integral a los adultos mayores, para lo cual se cuenta con un grupo de profesionales especializados que aseguran la protección y atención médica oportuna.
Dentro de las actividades que se desarrollan, se resalta la Celebración del Día de la Familia, con la cual se logra la integración de los acudientes con los abuelos y las personas encargadas del cuidado y operación del Hogar; las celebraciones de Semana Santa, las novenas de aguinaldos y la Fiesta de Navidad.
Comisión de Salud y Promoción Social :La salud de las familias de escasos recursos económicos ha sido una de las mayores preocupaciones de la Asociación; es por eso que desde sus inicios ha trabajado en este sentido apoyándo a las familias con éxamenes de laboratorio, medicamentos, cirugías, controles oftalmológicos, prótesis, entre otros.
Para llevar a cabo su propósito en el área de la salud, la Sociedad siempre ha buscado diversos mecanismos de atención a la población más vulnerable. Esta labor se realiza a través de las Conferencias de Caridad de la Sociedad y actualmente se tienen convenios con entidades como la Fundación Hospital San Carlos y la Fundación Oftalmológica Nacional.
Adicionalmente la Sociedad busca aliviar las consecuencias de la pobreza e ir a sus causas para buscar posibles soluciones de atención. Por tanto, trabaja en la promoción de las familias acogidas por las conferencias, asistiéndolas con alimentos y vestuario, previa visita domiciliaria y estudio socio-económico y orientándolas y apoyándolas con elementos de trabajo para que sean artífices de su propia promoción y así obtenga un bienestar, sin tener que depender totalmente de otros.
Comisión de presos :Con esta obra especial se desarrolla un trabajo continuo en los centros carcelarios de la Picota, la Modelo, el Buen Pastor y la Distrital.
El objetivo de esta Comisión es orientar y promover espiritual y materialmente a los internos y a sus familias, para lo cual los vicentinos realizan visitas domiciliarias con el fin de conocer la situación de la familia del interno, y de acuerdo con lo encontrado, darles el apoyo pertinente.
Las ayudas que se les brindan son las siguientes: entrega de mercados, medicamentos, ropa y elementos de trabajo, financiación de estudio, orientación y asesoría jurídica, apoyo en las relaciones familiares para que exista comprensión entre la pareja y por parte de los hijos, evangelización y conformación de grupos de oración.
Adicionalmente los vicentinos celebran en las cárceles festividades como la Fiesta de las Mercedes y la Navidad. Todo lo anterior se realiza en coordinación permanente con la Delegación para la Pastoral Penitenciaria de la Arquidiócesis de Bogotá.
Actualmente la coordinación de esta comisión está a cargo de las vicentinas Otilia Pinilla e Inés de Avila.
Espiritualidad Vicentina:En búsqueda de una mejor calidad en el servicio a los pobres, los vicentinos reciben formación humana, cristiana y vicentina a su ingreso y en sus labores diarias y reafirman su vocación teniendo como medios la convivencia, encuentros y seminarios, que organiza y convoca el Centro de Estudios Vicentinos CESVI
                                                                     
JUVENTUDES MARIANAS VICENTINAS
VICENTE DE PAUL ... CONMOVIDO POR LA POBREZA Y EL SUFRIMIENTOProfundamente conmovido por la pobreza y el sufrimiento que le rodeaba en el París del siglo XVII, Vicente de Paúl comenzó con gran amor, de una manera sencilla, la ayuda a los necesitados y así comenzó el carisma de las Hijas de la Caridad. De las Damas de la Caridad .... a Margarita NaseauVicente logró la ayuda de las Damas, pero pronto se apercibió de que la caridad necesitaba ser organizada. En diciembre de 1617, comenzó la Asociación de las Damas de la Caridad. Estas Damas hicieron un gran trabajo pero eran tantas las necesidades que fue necesario buscar ayuda. Una sencilla joven campesina, Margarita Naseau, se ofreció a Vicente para dedicar su vida al servicio de los pobres.Su ejemplo fue contagioso... De este modo nació la Compañía de las Hijas de la Caridad. Margarita murió contagiada de la peste después de acoger en su cama a una pobre enferma. Luisa de Marillac y las Primeras Hijas de la CaridadVicente confió la formación de estas jóvenes a su colaboradora Luisa de Marillac y el 29 de Noviembre de 1633 comenzaron, bajo su guía, a vivir su ideal en comunidad
Sociedades  formadas por San Vicente de Paul

La Sociedad de San Vicente de Paúl es una organización Católica Internacional de Laicos, con gran trayectoria en la asistencia social y humana en el mundo, conformada por voluntarios mujeres y hombres, que se dedican a la ayuda personal de quienes tienen cualquier tipo de carencia.
"Abrazar el mundo en una red de caridad" fue la ambición de un grupo de jóvenes que el 23 de abril de 1833 fundaron la primera "Conferencia de Caridad", liderados por Federico Ozanam, un joven estudiante de la Universidad de la Sorbona. Su principio es sencillo: un grupo de jóvenes cristianos laicos se reúnen para orar, reflexionar y trabajar juntos con el fin de ir en ayuda de los más pobres. El grupo se pone bajo la protección de la Virgen María y el patrocinio de San Vicente de Paul, quien reunió todos los caracteres de lo que pretende ser una Conferencia: la oración, la acción para aliviar a los más pobres, y la inquietud de la inteligencia que los lleva a reflexionar sobre las causas de la pobreza para tratar de superarlas.
Con gran rapidez los grupos se extienden a través del mundo entero, guiados por esta voluntad fundadora de "servir a Cristo en los pobres". En 1846 la SSVP llega a América y ya en 1913 había 8.000 Conferencias que agrupaban a 134.000 miembros en el mundo.
Hoy en día, la SSVP es una verdadera "multinacional de caridad", que combate la miseria con sencillez y sin ruido; está ubicada en 146 países, con cerca de 720.000 los socios quienes conforman 45.440 Conferencias. Las dos terceras partes de las Conferencias (equipos de trabajo) se encuentran en países en vías de desarrollo, por lo que la Sociedad puede considerarse precursora en cuanto a la ayuda fraterna en el tercer mundo, en un espíritu de reparto, solidaridad y hermanamiento. “Los pobres ayudan a los más pobres”.
Se puede decir que el crecimiento de la Sociedad es la respuesta a las necesidades que se presentan y que difieren en el tiempo y en los países. "Fiel a sus fundadores, es su constante preocupación el renovarse y adaptarse a las circunstancias cambiantes del mundo. Su acción abarca cualquier forma de ayuda con un contacto de persona a persona, con el propósito de aliviar los sufrimientos y promover la dignidad y la integridad del hombre." (Manual de la Sociedad de San Vicente de Paúl del Consejo Nacional de Francia - 1991 - La Regla, titulo 1, página 47).
Sus acciones solidarias van desde las visitas a familias en situación de pobreza, hasta muchas otras actividades como la entrega de alimentos, la ayuda para la vivienda y el desarrollo de obras como colegios, hospitales para los pobres, casas para ancianos, orfanatos, etc.
La lucha salvadora de su fundador es continuada por todos los vicentinos que siguen presentes donde se encuentra la marginación, el abandono, la soledad, la miseria, y toda forma de pobreza material o espiritual, generadas en la sociedad actual por el progreso, la técnica y la distribución desigual de la riqueza.


SAN VICENTE DE PAUL Y LOS NIÑOS EXPOSITOS (abandonados)
Es muy conocida la gran obra caritativa de San Vicente de Paúl, Fundador de la Congregación de la Misión (padres Vicentinos) y de las Hijas de la Caridad. Hoy, compartiré con ustedes una de las obras tan conmovedoras y audaces de este genio de la caridad.
"Las obras de Dios tienen su momento, es entonces cuando su Providencia las lleva a cabo y no antes, ni después", estas son palabras de Vicente de Paúl que nos enseñan a descu brir el paso de Dios en nuestra vida, para responder a lo que Él mismo nos va mostrando ...
Es así, como en 1638, Vicente, se ve obligado a tomar en sus manos una nueva obra particularmente urgente: "Los niños expósitos", olvidados de sus
padres, abandonados por sus madres, mirados con desprecio por la sociedad, niños nacidos en la miseria y en la vergüenza, considerados por la población de París, como "hijos del pecado y del vicio."
Eran dejados a su suerte en la puerta de los templos, o en la calle, a la vista de los transeúntes, otros son recogidos por el comisario del barrio y llevados a la casa cuna de Saint-Landry, pero su destino es lamentable ... se los vende por ocho sueldos a gente de mal vivir que les rompen brazos y piernas o les dejan morir de hambre, con tal de provocar la compasión de las personas y pedir limosna para sí.
Ante esta cruda realidad, el Señor Vicente, pide ayuda a las Damas de la Caridad para el cuidado de estas criaturas, las reúne y lleva un niño expósito, lo coloca en la mesa y les ruega se hagan cargo de él, que procuren verlos como a hijos de Dios, pero recibe un rechazo total, pues decía una y otra Dama: "Odio el pecado y los vicios, yo no amaré a estos niños", "son muy repugnantes", "no podré atenderlos y volver a mi casa para tocar a mis hijos" ... imaginamos qué dolor tan profundo para Vicente de Paúl... quien después de tantos argumentos de rechazo, les dice:
"Dios me pide que salve a este niño inocente antes que a nadie más ... seguiré recogiéndolos y los traeré, ustedes los verán peleary pedirles que los dejen vivir ... " "¿los dejarán morir? .. Qué lucha para ir contracorriente ante esa mentalidad. Se podría estimar que, entre 1600 y 1638, habrían muerto 1200 niños por falta de alimento y de cuidados.
Vicente sacó a flote esta obra frente a todos los prejuicios de las Damas de la Caridad; comienza por confiar algunos a Luisa de Marillac. Pero bien pronto toma la obra entera y le dedica una decena de Hij as de la Caridad y se levantan 13 casas para acogerles.
Gracias a Dios, la emoción de Vicente y la firmeza de sus disposiciones precisas obligan a la acción: las Damas se encargan el 30 de Marzo de 1640 de los niños que permanecen en la casa cuna de Saint Landry, a los más pequeños se las lleva a las nodrizas.
De la “familia vicentina” se han encontrado paúles, hijas de la caridad, hijas de San Vicente, misioneros seglares, juventudes marianas y laicos asociados a sus obras. Inspirándose en Aparecida y escuchando la voz de los pueblos centroamericanos han reflexionado, proyectado y orado en torno a estos tres núcleos: “ojos para ver, corazón para sentir y manos para transformar”.
La Palabra de Dios escrita nos presenta muchos ejemplos de llamados. Pero no podemos hacer una lectura textual o literal pues caeríamos en el error al pensar que las cosas se dieron tal como aparece. Esto se presenta así en la biblia como el gran ideal. Dios no apresura los procesos, va lento pero seguro. El llamado de Dios tiene siempre mediaciones. Como quien dice, Dios se vale de acontecimientos externos a mí que de alguna manera me tocan o resuenan en mi cabeza o en mi corazón. Muchas veces Dios nos llama pero no vemos con claridad si es Dios quien me llama o son otras realidades, que aunque me interpelen, pueda que en el fondo, estar desviando la atención hacia lo que Dios espera de mí.
La Palabra de Dios tiene un texto vocacional muy hermoso que hace referencia a esta realidad y se trata de aquel hombre que dice que quiere, por sus propios medios, seguir a Jesús, pero Jesús le dice que no. El no de Jesús no es por las disculpas que saca el que quiere seguirlo, sino porque descubre en él que las motivaciones no son claras (Lc. 9,57-62). No hay que olvidar que Dios siempre llama a la vida, esta es la primera y fundamental vocación. Adquirir sentido de la vida y sensibilidad por el otro y quizás querer cambiar muchas cosas que siento que no están bien son signos primarios del llamado de Dios. En esto puede haber una confrontación de lo que yo quiero y en lo que Dios quiere de mí. De hecho, Dios quiere “dañar mis planes” porque tiene un proyecto más ambicioso y arriesgado que solo una mente sabia logra entender después. Para sintetizar, puedo decir que es el claro oscuro de la vocación. “La Vocación no es sólo lo que tú quieres ser y hacer, es ante todo lo que Dios quiere que tú seas y hagas; no es algo que tú inventas, es algo que encuentras; no es el proyecto que tú tienes sobre ti mismo, es el proyecto que Dios tiene sobre ti y que tú debes realizar”.Dios me llama cuando nadie me llama. Descubrir esto sí es más difícil. En el momento menos esperado las cosas se dan. Es el caso de David. Nadie pensaba en él, Dios en cambio lo tenía en mente.
Del que menos se espera es de quien más se espera. La novedad de Dios es sorprendente, lo que parece imposible para nosotros los hombres es posible para Dios. Esto es alentador. Por nuestra parte como animadores vocacionales, se trata de una esperanza activa que conlleva en el camino un proceso de discernimiento y de descubrir a quien proponer o inquietar hacia el seguimiento de Jesucristo. Nosotros somos mediaciones también de Dios. Los signos vocacionales pueden ser signos de los tiempos que me interpelan.
Los signos y los símbolos, requieren de una interpretación. La historia y lo que acontece en ella hay que leerla en clave de llamado. Ante lo qué está sucediendo qué quiere Dios que yo haga. La realidad quiere arrancar de mí una actitud esperanzadora frente a ella. Responder a los llamados, sensibilizarme ante los gritos de auxilio, inquietarme ante lo que está sucediendo es signo de vocación. Todo esto es la capacidad de percepción, Dios te llama, pero con ruidos silenciosos en tu interior.
Por último, sin querer agotar los signos del llamado de Dios, tengamos en cuenta que el mejor espacio para escuchar a Dios que me llama es la oración, luego, la capacidad de percibir los sonidos de Dios en la realidad (escuchar), estos implican discernimiento y capacidad de reflexión. No basta con reflexionar, es necesario la acción o el compromiso. Esto es cuestión de decisión. Si te decides, entonces le has dicho sí al Señor. “Aquí estoy Señor para hacer tu voluntad”.



El colegio “ San Vicente de Paúl” tuvo su partida de nacimiento el 23 de abril de 1950, cuando en una Asamblea de Padres de Familia del Colegio ”Hermanos Blanco”, administrado por la Beneficencia Pública de Trujillo, en la que el Dr. Arístides Castro Gamboa solicitó al Dr. Vicente González de Orbegoso y Moncada, ahí presente en la reunión, la donación de un terreno, donde la Compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, edificarán un lugar propio al plantel de Educación, en vista de la necesidad imperante ante el crecimiento del alumnado femenino trujillano y teniendo en cuenta que las aulas del Colegio “Hermanos Blanco” , estaba imposibilitado de recibir más alumnas.
El  Dr. González de Orbegoso propietario del Fundo San Andrés, en gesto de suprema filantropía, donó un terreno de 10’000 m2 con frente a la Av. Larco, a favor de las Hijas de la Caridad para la construcción de dicho colegio la Reverenda Madre Superiora Margarita Enjelvin agradeció muy emocionada la donación, pidiéndole al donante acepte que con su nombre se denomine el Plantel en gestación. El Dr. González de Orbegoso no aceptó tal honor y sugirió sea nominado con el nombre de San Vicente de Paúl, que era el santo de su advocación, lo que fue aceptado entre aplausos de lo más entusiastas.
El 25 de junio de 1950 se puso la primera piedra del futuro edificio, en ceremonia que fue bendecida por el entonces Arzobispo de Trujillo, Monseñor Aurelio Guerrero, apadrinado el acto el Sr. Alfredo Pinillos Goicochea y la Sra. Etelvina  de Iturri. Cerro la ceremonia el Reverendo Padre Antonio Moreno, Director espiritual de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl, en un notable discurso agradeciendo no solo la donación sino también exaltando la generosidad de los trujillanos a favor de la obra muy beneficiosa para la niñez y la juventud femenina.
Poco a poco fue construyéndose el local y gracias a la generosidad del pueblo trujillano, al esfuerzo de la compañía de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl y alas autoridades políticas, religiosas, judiciales, educativas, etc. Se hizo realidad la edificación del amplio acogedor plantel, que es orgullo de esta tierra generosa.
Surgió así un nuevo Colegio, cuyo nombre “San Vicente de Paúl”, en memoria de su santo patrono, abrió sus puertas a la niñez y juventud de Trujillo. Por resolución N° 1419 del 27 de febrero 1953 del Ministerio de Educación, se oficializó y autorizó su funcionamiento, desde entonces “San Vicente de Paúl” es faro que ilumina y luz que guía la educación de la mujer trujillana.
Tan pronto como se consiguió la autorización ministerial, se procede de inmediato a la matricula de las alumnas ingresantes. Esta labor comenzó el lunes tres de marzo de 1953, alcanzando un total de 370 alumnas, distribuidas de la siguiente manera, 102 en la sección secundaria y 368 en la sección primaria, no siendo posible recibir más educandas por no tener más aulas preparadas.
El 6 de abril de 1953 fue un día memorable pues se iniciaron las labores con la celebración de l a Santa Misa, se dio a conocer a las alumnas del plan de estudios, con el lema de   : Oración, Trabajo y  Caridad, bajo la advocación de la Santísima Virgen María con sus bendiciones y contado como primera Directora a Sor Josefina Fenollera López.

          
El colegio “ San Vicente de Paúl”


EL VALOR DE RESPETO GOOGLE DOCS

““VALOR DEL RESPETO””

Veneración, acatamiento que se hace a alguien. Miramiento, consideración, deferencia.  
Podríamos pensar que faltar al respeto es simplemente tener malos modales. Claro, hablar con la boca llena, presentarnos sucios a la escuela o el trabajo, o empujar a los otros para pasar son conductas irrespetuosas. Sin embargo, significan poco en comparación con las verdaderas faltas de respeto: tocar a alguien sin su consentimiento; burlarnos de una religión, de un trabajo o una forma de vida diferente a la nuestra, querer utilizar a los demás como medios para nuestros planes, abusar de quienes están en desventaja. A veces la mejor forma de ponerlo en práctica es seguir las reglas. Pero pensar siempre “debo hacer esto”, “no debo hacer lo otro” es solo el primer paso. El gran progreso en la búsqueda del respeto no está en la inteligencia, sino en el corazón: el amor a los demás sirve de guía e inspiración para cuidarlos y honrarlos por formar parte de la vida.


Viviendo el valor del respeto
El valor del respeto se ejerce cuando mostramos aprecio y cuidado por el valor de algo o de alguien. Puede estar dirigido hacia los derechos y la dignidad de las demás personas, hacia los de nosotros mismos y también hacia el entorno natural, incluyendo las plantas y los animales que lo integran. Nos ayuda a conservar intacto aquello que mas apreciamos en la vida; nos enseña a reconocer aquello que más aprecian los demás. Puede vivirse en forma colectiva entre un país y otro o individual entre dos personas.

Un código universal por el respeto
Una idea muy popular afirma que, al solicitar algo, importa tanto lo que pedimos, como la forma en que lo hacemos. Llamamos “cortesía” a la manera atenta en que se solicita un servicio o un objeto; es un elemento que transforma cada detalle de la vida.
Pero la cortesía es solo la superficie de una actitud más profunda.Respetar a los otros consiste en reconocer su importancia como personas que habitan el mundo y comparten la vida contigo, en saber que cada una de ellas es tu prójimo, tu semejante. La lista incluye a los miembros de tu familia, a tus maestros y amigos, a tus vecinos, pero también a cualquier persona que pasa por la calle, aunque no la conozcas. Todos ellos, sin importar los detalles (menos aun si son hombres o mujeres) son tus iguales.


 
Para la vida diaria:practica de esta manera el respeto
  • Sigue las reglas que se siguen en tu grupo o tu comunidad, como guardar silencio en determinadas circunstancias o respetar las aéreas y servicios creados para las personas discapacitadas.
  • No aceptes ninguna actitud ofensiva o humillante: nadie debe hablarte a gritos o con groserías.
  • Las leyes están hechas para respetarse. Hazlo siempre y recomiéndalo a tu entorno.
  • Aprende a ser amable y afectuoso con tu entorno: no arrojes basura en la calle, ten consideración de los mayores, de las plantas, de las mascotas.


¡¡¡¡Construye poco a poco el mundo donde quieres vivir!!!!!


Por el camino del respeto
Las dificultades hacen que muchas personas pasen por encima de las reglas y hasta de las demás personas para conseguir sus fines. Aunque los obtengan, esta forma ha de evitarse: están haciendo del mundo un lugar de violencia y sufrimiento.
Puede creerse que el respeto o la falta de respeto que se presentan en el hogar no tienen mayor impacto. Sin embargo, todo comienza allí: si respetamos en la casa, estamos generando respeto en el mundo. No aceptes ni un detalle de violencia en tu hogar.
A veces pensamos que las personas rudas y agresivas en su trato son fuertes. La verdad es todo lo contrario: actúan así porque son débiles y tienen miedo.


Tenemos como gran ejemplo a Miguel Ángel de Quevedo:“apóstol del árbol”.
El respeto a la naturaleza(1862-1946)
A fines del siglo XIX era raro que las personas tomaran en cuenta la importancia del medio natural y sus riesgos a causa de la acción humana. Miguel Ángel de Quevedo fue el pionero mexicano de lo que hoy se llama ecología: un conjunto de investigaciones y acciones para cuidar la naturaleza.
Egresado de la carrera de Ingeniería, creó la Junta Central de Bosques, dedicada a prevenir la tala indiscriminada y procuró que la ciudad de México tuviera más jardines y áreas verdes. Además, estableció un vivero de cedros, pinos, acacias, eucaliptos y tamariscos que permitió plantar 2.4 millones de árboles en 1914. En un proceso paralelo creó escuelas para capacitar a los guardabosques en el cuidado de éstos y la prevención de incendios forestales. En el plano gubernamental persuadió a los legisladores de 1917 para incluir a la idea de la protección al ambiente en la Constitución. A él se le debe el Sistema Mexicano de Parques Nacionales: entornos naturales protegidos en beneficio de sus plantas y animales.
Gran parte de su obra sigue vigente en el México contemporáneo.

LA CARIDAD

¿Qué es la caridad?
San Pablo habla del amor de Dios y nos deja ver cómo es la caridad, "La caridad es paciente, es servicial; la caridad no es envidiosa, no es jactanciosa, no se engríe; es decorosa; no busca su interés; no se irrita; no toma en cuenta el mal; no se alegra de la injusticia; se alegra con la verdad. Todo lo excusa. Todo lo cree. Todo lo espera. Todo lo soporta" (1 Co 13, 4-8). Y termina, "la caridad no dejará de existir".
La caridad es la virtud teologal más importante, y es superior a cualquier otra virtud. (1 Co 13,13).
De acuerdo con el catecismo de la Iglesia católica (1822), "la caridad es la virtud teologal por la cual amamos a Dios sobre todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros mismos por amor de Dios".
Menciona San Agustín que la culminación de todas nuestras obras es el amor. Ese es el fin y para conseguirlo, corremos, hacia él corremos; una vez llegados, en él reposamos (S. Agustín, ep.Jo. 10, 4).

A PESAR DE TODO


 A PESAR DE TODO

SONRIOAunque la vida me golpee…
Aunque no todos los amaneceres sean hermosos…
Aunque se me cierren las puertas…
Sonrío.
SUEÑO
Porque soñar no cuesta nada y alivia mi pensamiento…
Porque quizás mi sueño pueda cumplirse…
Porque soñar me hace feliz.
LLORO
Porque llorar purifica mi alma y alivia mi corazón…
Porque mi angustia decrece, aunque solo sea un poco…
Porque cada lágrima es un propósito de mejorar mi existencia.
AMO
Porque amar es vivir…
Porque si amo, quizás reciba amor…
Porque prefiero amar y sufrir, que sufrir por no haber amado nunca…
COMPARTO
Porque al compartir crezco…
Porque mis penas compartidas, disminuyen…
Porque mis alegrías se duplican.
¡Sonrío, sueño, lloro, comparto, vivo! …
Pienso en todos mis amigos.
Cada día doy gracias a Dios porque puedo hacer estas cosas.
Doy gracias a Dios porque me da la oportunidad de vivir un día más.
Doy gracias a Dios por permitirme compartir contigo este mensaje.
“Que tus momentos sean de paz y todos los días sean grandiosos”